Objetivo: LAIKA

Querida LAIKA:

Algunos creen que los animales estáis en un nivel inferior, os consideran seres que no están a la altura de las personas, para ellos, no merecéis el mismo respeto que nosotros.

No importa si alguien os maltrata, porque sois animales.

Tampoco pasa nada si no recibís asistencia veterinaria, porque sois animales.

¿Y qué decir cuándo cruzáis el camino que lleva al otro lado del Arco Iris?

Algunos dicen "¿Y qué importa? Si sólo era un animal..."

Querida LAIKA, tú eres el ejemplo que desmonta toda esta parafernalia sin sentido que algunos intentar vender y defender con argumentos que en nada se sustentan sobre vuestra inferioridad.

Eres un ser extraordinario, fiel como pocos, con más características de un humano que de un perro:

Eres tímida, mimosa, te gusta observar bien antes de actuar, necesitas que se te demuestre que no hay maldad en el interior para que puedas confiar en las personas antes de entregarles tu corazón...

¿Cómo siendo así aún alguien te puede considerar como un ser de segunda categoría?

El voluntariado de la SPAX te respeta, te quiere, te cuida... pero por tu delicada situación tememos que no será suficiente.

Tu epilepsia necesita una atención que desgraciadamente sólo recibirías correctamente en una casa de acogida.

La dosificación de tu medicación es cada 12 horas, algo totalmente inviable para cualquiera de nuestros voluntarios, porque el ir a medicarte al refugio cuando el sol ya está escondido, podría provocar una pelea entre tus compañeros de patio al ser asustados por nuestra intromisión a unas horas en las que no deberíais ser molestados.

Te mandamos esta carta para decirte que vamos a luchar por ti, a pelear en tu nombre, ahora más que nunca somos tu voz, no tiraremos la toalla hasta que te encontremos una acogida en la que ganes calidad de vida.

Nuestra meta es que este invierno ya no lo pases en el refugio.

Este es nuestra declaración de intenciones LAIKA, no mereces vivir aislada del resto de perros por miedo a que te ataquen cuando sufras una de tus crisis porque les alarmas con tus convulsiones.

Por mucho que nos esforzamos en convertir el refugio en un lugar en el que os sintáis queridos, en verdad, no deja de ser una cárcel para vosotros y sólo cuando al fin sois adoptados es el momento en el que alcanzáis una felicidad plena.

Hoy esta carta va dirigida a ti, la siguiente... será a tu casa de acogida dándole las gracias por ayudarnos a salvarte.

Nos vemos el sábado LAIKA.

O no... ¿Quién sabe?

Quizás antes de entonces alguien nos escriba pidiendo acogerte.

adopciones@protectoraxativa.org

No esperes que alguien salve a LAIKA.... ¡Sé tú ese alguien!