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Solamente tenemos que echar la vista 10 meses atrás para ver el estado en que encontramos a Melga, cariñosamente llamada Loba en el refugio, la encontramos tirada en unos campos muy próximos al refugio porque prácticamente ya no podía ni caminar, su cuerpo estaba tan débilitado que le costaba caminar unos pocos metros seguidos y mantenerse en pie, debía de haber sufrido tanto y desconfiaba tanto de la gente que en cuanto te acercabas a ella conseguía sacar la suficiente fuerza para gruñir y enseñar los colmillos y ponerse en defensa erizando todo su pelaje, necesitamos un par de días para ganarnos su confianza y así poder acercarnos a ella y entrarla al refugio.

  
 Después de un profundo chequeo, aunque su estado lo decía todo, Loba tenia una enorme anemia y una descuidada leishmania que nunca había sido tratada, empezamos con una dieta muy rica en proteínas para ir consiguiendo peso y en cuanto recupero un poco de fuerzas  y unas nuevas analíticas nos dieron luz verde empezamos con las inyecciones para la leishmania, los 2 primeros meses fueron los mas lentos, estaba demasiado esquelética y frágil para recuperarla en poco tiempo,  pero aun así pronto se le vio la mejoría y de forma sorprendente empezó a volar rumbo a la vigorosidad.

Hoy es una autentica belleza, tan solo tenemos que mirarla para poder  ver a una hermosa perra con un precioso pelaje y  un elegante porte, como su nombre indica esta hecha una loba, tiene energía y vitalidad a raudales, al principio se muestra un poco tímida y reacia con los voluntarios que no conoce pero en cuanto comprueba que puede confiar en ellos se convierte en una cariñosa perra que te persigue por el patio en busca de alguna caricia.

Estamos seguros que el 11 de diciembre cambio la vida de Loba para siempre, historias como la de Loba son las que nos hacen sacar fuerzas para seguir adelante luchando por ellos aunque las cosas se pongan difíciles, por Loba y por muchos mas seguiremos al pie del cañón…

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